miércoles, 21 de agosto de 2013

Cámaras, las nuevas aliadas de la justicia

Videos han sido claves para establecer detalles de asesinatos, asaltos y accidentes.

Casos como el ‘paseo millonario’ que cobró la vida del agente de la DEA James ‘Terry’ Watson; el accidente del bus del SITP que dejó tres personas muertas en Usme; el atentado contra el exministro Fernando Londoño; el reciente asesinato de un vigilante que intentó evitar un atraco en una tienda del sur de Bogotá o el impresionante momento en el que un carro conducido por un hombre –en estado de embriaguez– arrolla a un hombre y a su hija tuvieron un denominador en común: fueron registrados por una cámara de video.
Los investigadores hallaron en las imágenes captadas por las cámaras de seguridad las primeras pistas para iniciar las indagaciones tendientes a establecer detalles y responsables de homicidios, atracos o accidentes de tránsito.
Las secuencias registradas en imágenes oportunas se han convertido en las nuevas aliadas de las autoridades a la hora de investigar y aportar pruebas en las audiencias de judicialización.
Aunque no hay una cifra precisa sobre el número de cámaras que existen en la ciudad, la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad afirma que hay 7.736 circuitos cerrados de televisión privados, cada uno de los cuales puede tener entre 6 y 36 cámaras, en promedio, que han sido instaladas por las 305 empresas afiliadas a dicha entidad.
Esto quiere decir que, siendo conservadores, habría un mínimo de 50.000 cámaras y un máximo de 280.000.
Estos sistemas, que no tienen nada que ver con la red de vigilancia distrital, están ubicados principalmente en edificios de oficinas, centros comerciales, bares, discotecas, tiendas de barrio, bancos y conjuntos residenciales.
Estos últimos, sobre todo los situados en el norte y occidente de la ciudad, son los mejores clientes de los proveedores, según contó a EL TIEMPO un vendedor de tales sistemas.
El costo de la cámara más económica oscila entre 250.000 y 400.000 pesos y puede tener una visibilidad de 10 a 20 metros, sin audio.
“Hay cámaras de 500.000 a 700.000 pesos con buen acercamiento y que captan audio en 5 metros a la redonda –asegura el vendedor–. Sin embargo, los mejores son los domos, que tienen visibilidad de 100 metros o más y que tienen una cobertura de 360 grados, a diferencia de las otras cuyo radio de acción abarca hasta 180 grados. Captan un audio de 25 a 30 metros a la redonda y los precios oscilan entre 700.000 a 1’300.000 cada uno”.
El tiempo de grabación de estas cámaras depende de la capacidad de memoria de los computadores en los que se almacena la información, y pueden grabar de manera continua.
Algunos conjuntos eliminan las imágenes mensualmente para evitar congestión en sus plataformas informáticas, mientras que otros pueden llegar a guardar datos hasta de seis meses, en promedio.
“Las cámaras nos permiten identificar personas sospechosas que intentan ingresar al conjunto o jóvenes que, dentro de la propiedad, tratan de generar desórdenes cuando están borrachos. Así logramos mantener el control”, dice Freddy Peña, supervisor de un conjunto residencial del barrio Niza, de la localidad de Suba.
En ciudades como Buenos Aires, las cámaras también trabajan del lado de la justicia. Según los reportes oficiales, la Policía de la capital argentina tiene 2.000 cámaras de seguridad con dos centros de monitoreo y la Policía Federal, 1.200 equipos de última generación con cinco centros de monitoreo.
Las imágenes son observadas las 24 horas del día y permiten vigilar autopistas, estadios y los sistemas de trenes. La justicia local pide con mayor frecuencia las grabaciones como pruebas para resolver delitos: en lo que va del año, la Policía gaucha ha recibido unos 5.000 pedidos de imágenes de las cámaras de seguridad, mientras que hace dos años solo se habían solicitado 500 grabaciones. El sistema Metropolitano de buses de Lima (el equivalente a TransMilenio) cuenta con 384 cámaras.
La información de la red de videovigilancia permite conocer el número de usuarios del sistema de transporte de la capital peruana.
En Bogotá, de 411 cámaras, solo 190 están en buen estado
De las 411 cámaras instaladas por las autoridades en la ciudad, solo 190 funcionan actualmente de forma efectiva. Este diario conoció que 200 de ellas se encuentran desactualizadas, 110 presentan fallas técnicas y 14 están fuera de servicio. De hecho, el Fondo de Vigilancia y Seguridad (FVS), que maneja este tema, firmó un contrato de ‘renting’ (arrendamiento) con la ETB por $ 3.400 millones por la compra de 103 cámaras de última tecnología, que reemplazaron algunas inservibles y que desde hace un mes están siendo utilizadas. El número de estos aparatos instalados en Bogotá es insignificante al lado de ciudades como Londres, que cuenta con cerca de medio millón, o Nueva York, que en solo Manhattan tiene 4.000. No obstante, la estrategia de seguridad en otras latitudes no se escapa de la polémica: la Policía de Londres sostiene que solo se resuelve un delito por cada 1.000 cámaras (por la cantidad de material que se debe revisar). En Estados Unidos las critican porque dicen que violan la intimidad.

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